Errores comunes en e-learning son tan recurrentes como evitables.

Simple digitalización de contenidos

El copia – pega de un curso presencial con contenidos físicos para digitalizarlos y convertirlos en un curso online es el error número 1 que se comete en e-learning.

En multitud de proyectos en los que he participado se ha convertido en la frase que más he repetido: un curso e-learning no es una simple digitalización de contenidos.

El diseño y desarrollo de un curso online es un proceso complejo, que requiere de diferentes pasos y que va más allá (mucho más allá) de la simple digitalización de contenidos. Uno de los errores comunes en e-learning es caer en este copia – pega de los contenidos de cursos presenciales, digitalizándolos sin más.

Crear cursos online que imitan aulas tradicionales

Imitar la formación presencial tradicional al crear un curso online es otro de los errores comunes en e-learning, íntimamente ligado al anterior.

Se trata de los dos errores más comunes y, normal y lamentablemente, estrechamente unidos.

La formación presencial y la formación online tienen múltiples diferencias, por lo que no se puede diseñar un curso online de la misma forma que se diseñaría un curso presencial.

Objetivos difusos

Con los objetivos pasa como con las tortillas (si me permites el ejemplo absurdo).

De la misma forma que no harías una tortilla sin cascar el huevo primero, no tiene sentido crear un curso sin definir sus objetivos.

No es posible.

Los objetivos del curso son la hoja de ruta de su diseño y desarrollo, por lo que es necesario tenerlos definidos de forma clara y concreta.

Estructura incoherente

Un curso e-learning debe ser intuitivo.

En las formaciones presenciales, el profesor ejerce de guía del curso. Orienta a cada alumno sobre cómo avanzar para que no se pierda en un mar de contenidos inconexos.

En un curso e-learning, la figura del profesor no está presente en todo momento, por lo que se deben crear cursos de estructura clara y usable para permitir al alumno seguir el curso sin problemas.

Para ello, un curso e-learning debe disponer de índices, títulos y apartados claros y diferenciados.

Falta de organización y modulación de los contenidos

Normalmente, la falta de estructura y de modulación de los contenidos conforman un único gran error. Uno de los grandes errores comunes en e-learning.

Cualquier curso e-learning, desde los más breves hasta los más extensos, debe organizar sus contenidos de forma lógica.

La ausencia de organización en los contenidos del curso puede hacer fracasar cualquier formación e-learning, por buenos que sean sus contenidos.

Falta de revisión (y mejora) continúa

He perdido la cuenta de la cantidad de veces que se ha dado por supuesto en algún proyecto que cuando se acaba de diseñar y desarrollar el curso no hay nada más que hacer.

Un proyecto de creación de un curso e-learning no finaliza cuando el curso está creado.

La fase final siempre es la evaluación constante del curso para poder mejorar, actualizar o rectificar todo aquello que sea necesario.

Sin este proceso de evaluación constante, cualquier curso puede quedar desactualizado o pasar de ser muy útil a completamente inútil en poco tiempo.

Falta de un buen servicio de soporte continuo al alumno

Cualquier alumno que empiece un curso e-learning puede sentirse perdido en cualquier momento y por múltiples causas.

Cada alumno, de hecho, será diferente y tendrá dudas que pueden ser muy dispares.

Estas dudas o sentimiento de no saber cómo seguir con el curso pueden suponer el abandono si no se plantea una solución efectiva.

Es evidente, entonces, que un buen soporte continuo al alumno permitirá que éste progrese en el curso sin dificultades y consiga los objetivos propuestos.

No ofrecer ningún tipo de soporte al alumno o bien ofrecer un soporte inadecuado es uno de los errores comunes en e-learning que pueden llevar al alumno a rechazar el curso. Así que es importante prestarle atención.

Prestar más atención a deslumbrar con la oferta tecnológica que al aprendizaje significativo

El objetivo de cualquier curso debe ser lograr un aprendizaje significativo por parte del alumno (la competencia).

Para conseguirlo existen diferentes estrategias, diseños y tipos de contenidos. Así como multitud de herramientas de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) a nuestro alcance.

Soy la primera a quién le encanta descubrir nuevos recursos y herramientas TIC para utilizar en los cursos y contenidos que diseño y/o desarrollo. Eso sí, con sentido.

En muchos cursos se utilizan u ofrecen gran cantidad de herramientas TIC. Muchas veces de forma aparentemente aleatoria o excesiva.

Las herramientas TIC pueden ser un gran complemento para un curso, pero siempre que aporten algo al mismo y ayuden a conseguir el objetivo principal de todo curso: alcanzar un aprendizaje significativo.

Falta de planificación

Todo curso online debe tener detrás una planificación que permita conseguir los objetivos de forma progresiva.

La falta de planificación y calendarización hará avanzar sin rumbo, dando sensación de desorden y desorganización al alumno.

No es necesario una planificación compleja para todos los cursos, pero sí un cierto nivel de organización, planificación y calendarización para avanzar con sentido.

Falta de comunicación entre todas las partes implicadas

En cualquier curso, existen diferentes partes implicadas, desde los alumnos hasta el diseñador instruccional, pasando por el equipo de tecnología y producción.

Como es lógico, el número de partes implicadas en un curso e-learning en concreto dependerá del tipo de curso y de la envergadura del mismo, pero siempre existirá el triangulo gestionando VRA – VRP – VRT y/o participando de alguna forma en el curso.

En muchos casos, la comunicación entre las diferentes partes implicadas se limita a reuniones iniciales y algún email cuando aparece algún error.

Esta falta de comunicación es uno de los errores comunes en e-learning, aunque pueda parecer poco común. Para garantizar el buen funcionamiento del curso y su éxito es imprescindible que todas las partes implicadas tengan una comunicación fluida y persigan los mismos objetivos.

Utilizar una herramienta de control de gestión es de gran ayuda, tableros como Trello, o más allá, aplicaciones muy completas como Notion, ayudan a establecer un orden en las tareas y responsabilidades, a tiempo real, sin dispersión y eficiente.

Recursos visuales inexistentes o de baja calidad

Una imagen vale más que mil palabras y, aún y así, muchos cursos e-learning caen en otro de los errores comunes en e-learning: crear contenidos con miles y miles de palabras. Sin imágenes. Ni vídeos. Sin apenas contenido visual.

Existen gran cantidad de opciones para utilizar contenidos visuales en e-learning.

Es una pena no utilizarlas para potenciar los contenidos de un curso y conseguir que el alumno comprenda mejor algún concepto.

Muchos cursos no utilizan apenas recursos visuales, siendo este uno de los errores que pueden llevar a un curso al fracaso.

Pero no todo acaba aquí. No es suficiente con utilizar recursos visuales sin más. Deben utilizarse en el momento y en la forma adecuados.

Y, además, con buena calidad.

De nada sirve incluir imágenes en nuestros contenidos si aparecen pixeladas, borrosas o no es posible ver la información que presentan. Encontrar imágenes de calidad adecuada en algunas ocasiones puede resultar complejo, por lo que es recomendable acudir a bancos de imágenes y tener siempre en cuenta los derechos de autor de las imágenes seleccionadas.

Muchas clases sincrónicas

Si bien no se descarta la clase sincrónica para ciertas materias y ocasiones, la mayoría de tu clase debe ser asincrónica, puesta en tu «aula virtual» a disposición de tus alumnos, para verse o consumirse en el tiempo que se quiera y las veces que se necesite.

Una de las ventajas del e-learning es el repaso de la clase puesta de forma asincrónica en el «aula virtual».

Una clase magistral sincrónica mediante vídeo conferencia y después mandar a los alumnos a leer uno o varios pdfs, no es una buena estrategia e-learning.

Usar medios no diseñados para la educación en línea

Si bien los multimedios son parte de la comunicación humana, en educación en línea debemos usar herramientas y plataformas diseñadas para la educación online, basados en el «diseño instruccional».

Sustituir una clase bien preparada en una plataforma, por clases dictadas por WhatsApp es un error, las mensajerías pueden funcionar muy bien como auxiliares de la educación a distancia, pero no se deben sustituir herramientas profesionales para dar clases a distancia.

Como auxiliares funcionan bien, por ejemplo: puedes crear un grupo un una mensajería entre tus alumnos para enviar avisos, convocar un foro, recordar un examen, etc. pero no des la clase por esos medios.

Un sistema de mensajería como Telegram, WhatsApp, etc., se prestan a la dispersión. Organizar el material de estudio se hace difícil, estas plataformas no fueron diseñadas para eso.

Un alumno a la cual se le ofrece una educación por mensajería, puede sentirse frustrado o hasta estafado.

Accesibilidad desde un solo dispositivo

Vivimos conectados. Es un hecho.

Portátiles, PC, tablets, móviles…

La mayoría tenemos acceso a Internet desde diferentes dispositivos, por lo que resulta obvio que los alumnos de un curso e-learning pueden intentar acceder al mismo desde diferentes dispositivos.

Teniendo esto en cuenta, ¿cómo se sentirá un alumno que intenta acceder a un curso e-learning desde el móvil y no puede verlo correctamente?

Ya te puedes imaginar que algo frustrado, cuánto menos.

Por ello, crear cursos accesibles desde cualquier dispositivo es uno de los parámetros a cumplir para no fracasar.

La plataforma de UAV dispone de su aplicación móvil.

Contenidos densos

Texto, texto y más texto.

Denso, excesivo y mal estructurado.

¿Te suena bien como descripción de los contenidos de un curso? No, ¿verdad?

Algunas temáticas pueden resultar más densas que otras, pero los contenidos no pueden dar esa impresión.

El contenido debe estar correctamente estructurado, modulado y distribuido en el curso.

Evaluación ineficaz

La evaluación de un curso es uno de los factores clave del mismo.

Eso sí, teniendo claro que cuando me refiero a evaluación del curso no me refiero a realizar un test o examen final. Al menos, no única ni obligatoriamente.

La evaluación de cualquier curso e-learning debe partir de los objetivos e ir en consonancia con los mismos. De no ser así, la evaluación será ineficaz y puede acabar desencadenando en un fracaso del curso.

No prestar atención a la usabilidad

La usabilidad hace referencia a la facilidad de navegación por cualquier plataforma o curso e-learning.

Un curso e-learning que no presente facilidad para encontrar los diferentes contenidos y apartados del curso puede provocar que el alumno abandone o sienta frustración.

Por ello, es evidente que garantizar una buena usabilidad, facilitará el aprendizaje a los alumnos y, por tanto, aumentará su satisfacción con el curso.

Por el contrario, no prestar atención a la usabilidad de un curso e-learning puede provocar frustración en los alumnos al no encontrar cómodamente los diferentes apartados y contenidos, contribuyendo al fracaso del curso.


Fuentes y recopilación de contenidos: respuntoelearning.com / platzi.com / aysinnova.es / dc.wondershare.es/screen-recorder/online-distance-learning.html / uav.edu.ve /